“Sé bueno”,
éste es el título con el que se presenta un libro de lectura para niños de
tercer grado de la década del 30. Ese mandato es acompañado en página 3, entre
otras tantas cosas, por el siguiente párrafo:
“La bondad, inclinación a hacer el bien, es uno de los
sentimientos más puros y delicados.
La bondad es consoladora y dulce para el desgraciado: hace amables a las personas y suaviza muchas asperezas.
La bondad se manifiesta en las palabras, en las modulaciones de la voz, en las miradas, en la expresión del rostro y... hasta en los ademanes. Florece en la sonrisa y se revela expresivamente en el cordial apretón de manos.
Es difícil resistir al benéfico influjo de la bondad.”
La bondad es consoladora y dulce para el desgraciado: hace amables a las personas y suaviza muchas asperezas.
La bondad se manifiesta en las palabras, en las modulaciones de la voz, en las miradas, en la expresión del rostro y... hasta en los ademanes. Florece en la sonrisa y se revela expresivamente en el cordial apretón de manos.
Es difícil resistir al benéfico influjo de la bondad.”
Después
enumera algunas actitudes que acercarán al niño a la bondad:
¡Digamos las palabras buenas...
Demos el apretón cordial de manos...
Alentemos los esfuerzos bien intencionados.
Disculpemos errores que nosotros también podemos cometer...(seguir leyendo clic Aquí)
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Demos el apretón cordial de manos...
Alentemos los esfuerzos bien intencionados.
Disculpemos errores que nosotros también podemos cometer...(seguir leyendo clic Aquí)
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