La manera de formar a los niños en los valores que inspira cada época a la sociedad fue cambiando. Semejante obviedad no precisa de explicación alguna, quizá los contextos sean los que contrastan con la obviedad precedente. En esta entrada se presentan una serie de textos extraídos de manuales de lectura de los años 1923, 1925, 1932, 1937, 1942, 1956, 1957. En ellos se resaltan los valores que debe tener un niño ante la palabra del adulto, los defectos físicos, los servicios públicos, las desgracias ajenas.
En otra obvia afirmación, se sabe que no hay que juzgar el pasado con los ojos del presente. Dichas las obviedades vienen las observaciones.
Se presentan las dudas ante la intención de la formación infantil cuando los contrastes con lo que está bien (o es normal) y lo que está mal (lo que es anormal) parecen dejar en evidencia a quien se quiere proteger. Por ejemplo en “El ciego” se inspira el respeto a su ceguera con frases como “¡Pobre cieguecito! Para él todo es obscuridad. “ o “¡Cuánta simpatía deben inspirarnos las personas que tienen algún defecto físico!” En “La madre de Garrón” ante la desgracia de la muerte de la madre de Garrón, un alumno, el maestro pide a los niños “Desde ahora os suplico, muchachos, que respetéis el terrible dolor que destroza su alma. Cuando entre, saludadlo con cariño, estad serios; nadie juegue, nadie sonría al mirarlo, nadie, os lo recomiendo”
Sobre los sueños de un niño de ocho o nueve años se hace decir a uno de los alumnos de la lectura “Seré abanderado” “—Señorita — dijo Alberto, apenas hubieron entrado en el aula —, cuando yo sea grande, quiero ser cadete abanderado de la Escuela Militar. Toda la noche he estado pensando en ello y mi suerte está echada, como dice mi padre, cuando habla de la suya.”
Para la elección de los amigos, una madre aconseja a su hija en “La influencia de un apólogo” que “Si vas por la calle con un mal compañero, cuando a éste se le ocurra lanzar una piedra contra alguien, parte de la culpa recaerá sobre ti, o acaso la culpa entera, porque el malvado fácilmente encuentra ardides para escapar al castigo, arrojando la culpa sobre los demás.”
Seguro que ante una sociedad llena de valores “positivos” con amor al otro, a la patria y demás la puesta en marcha con la infancia se debía llevar a cabo fuera como fuera. Pero, y como se decía al principio, el contexto es lo que contrasta. Los años en los que estos libros adoctrinan sobre la moral y las buenas costumbres son años oscuros surcados por la “Liga patriótica”, “La década infame”, el asesinato de Enzo Bordabehere, El tratado Roca-Runciman, la revolución “libertadora”, y un gran etcétera.
La lectura de los textos invita a los lectores a variadas miradas sobre la autonomía o heteronomía de las acciones, la nunca develada intención adoctrinadora de los textos escolares, y muchas otras que superan la posibilidad de análisis de este autor.
A continuación los enlaces para bajar los textos completos. Uno de ellos contiene el texto “Pasado en letras” para poder copiar y pegar su contenido donde os plazca y los otros tienen los escaneos de las páginas de los libros con diferente definición.Texto Pasado en letras Aquí
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